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Arquitectos: Moctezuma Estudio de Arquitectura
- Área: 297 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Rafael Cortes Casas
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Proveedores: Novaceramic
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Creo que este proyecto maneja dos singularidades, una se incluye en la dimensión espacial, sobre lo cual se pueden esgrimir bastantes argumentos, sin embargo las fotografías que acompañan este documento pueden dar en buena medida, una clara idea de la atmosfera del espacio. La otra singularidad se ubica en la dimensión de lo social y creo que ahí radica lo más relevante de este trabajo.
Para entender mejor el proyecto casa estudio Colorines hay que reconocer un poco el territorio en el que se establece. Ubicados en la ciudad de Puebla México, existe un conjunto habitacional que inicia en 1958 bajo el nombre de fraccionamiento Jardines de San Manuel. Este polígono representa uno de los primeros movimientos urbanos donde el modelo de ciudad compacta cambia por uno desagregado, dando origen a la periferia de la ciudad.
En su momento el fraccionamiento prometía una nueva forma de vivir, como aún lo siguen haciendo los más recientes fraccionamientos en la ciudad. Sin embargo las promesas no fueron del todo ciertas y hoy San Manuel es un territorio estratégicamente ubicado pero con una imagen urbana precaria, al grado de tener zonas percibidas como inhóspitas y hostiles en el imaginario colectivo.
Ahí, en ese hábitat se levanta la casa estudio Colorines, con la principal intención de convertirse en un mensaje dirigido a los arquitectos, pero también a los habitantes así como a los representantes y dirigentes de la ciudad. El mensaje habla de equidad en el territorio, de reconstruir la ciudad pero también el pensamiento, de no desdibujar el territorio para olvidarlo, de eliminar el estigma y remplazarlo por inclusión e igualdad.
La arquitectura puede significar un agente de cambio, si habitantes y arquitectos generan una alianza donde la escucha y la colaboración sean el vehículo para reconstruir nuestras ciudades. No es preciso diseñar museos o torres, es urgente mirar de manera panorámica la ciudad, reconocer su diversidad y aceptar que el reto está en cada rincón del territorio, principalmente en la arquitectura social, ahí está el plato fuerte para los futuros arquitectos.
Esta visión evidentemente se desprende de la sustentabilidad y aspira a una sociedad integrada, equitativa y resiliente.